(No apto para mentes frágiles)
Debo confesar que mi familiaridad con la zoofilia siempre ha sido bastante limitada, ortodoja quizás, por pensar que tal cosa sucede sólo cuando un hombre se halla solo en una montaña y no encuentra más remedio que follar con las ovejas. Sin embargo, mientras divagaba pensando en qué escribir para este blog pensé en qué sucedía cuando fluidos humanos tomaban contacto con fluidos no humanos… y recordé una historia escuchada hace años, seguramente a una amiga de una amigo de un primo de un tío, que me remitió a prácticas mucho más cotidianas que lo que imaginaba en un principio.
El asunto hablaba de una mujer con un perro y un marido que viajaba mucho, digamos que el hombre trabajaba en una mina y bajaba a ver a su compañera cada 15 días. La mujer pasaba mucho tiempo sola, junto a su perro, y en una de esas ocasiones éste se le acercó, subió sus patas delanteras a su regazo y de la nada comenzó a lamerla en la entrepierna, lo que de raro no tiene nada, bien sabido es que los perros incurren en este tipo de expresiones de afecto con humanos en los que confían. En fin, en pocas palabras, la mujer se halló sola pensando en lo sucedido y luego se vio untándose manjar en la vagina y esperando con las piernas abiertas a que su perro –seguro un grande, como un labrador o algo por el estilo- hundiera en ella su lengua rasposa y llena de energía, para llenarla de saliva animal y orgasmos… evidentemente luego el perro se sobrepasó y la penetró, derramando todo su semen (que según leo suele ser bastante abundante) dentro de la mujer.
Ok, tiene bastante de mito urbano, pero ¿qué pasa cuando semen animal se junta con los flujos de una vagina excitada? Me imagino que no es posible embarazarse de un perro, asumo que por eso lo que más preocupa a “los expertos” (= gente que pulula por la red dando indicaciones) es pegarse una infección, con el semen o con la saliva del perro. Con todo eso, de igual modo hay quienes lo consideran una práctica… no digamos que higiénica, pero tampoco sucia, como la mujer (asumo será mujer) que redactó este MINUCIOSO INSTRUCTIVO (http://www.orgasmatrix.com/blog/noticias/sexo-animal-zoofilia/) sobre cómo hacerlo con un perro, con detalles como las mejores posiciones para ser penetrada, los tamaños de pene según la raza y las bondades del bulbo; región situada en la base del pene canino que se ensancha a medida que el perro se excita y que luego se introduce en la vagina de la hembra, dejando al sabueso en cuestión y su pareja –humana o animal- “pegados”.
Ay, y yo que nunca he tenido perros. Juzgue usted.