(Una entrada emo)
Las lágrimas –quizá como la sangre- parecieran ser fluidos mucho más sublimes que otras más bien relacionadas a su función de desecho (aunque estas últimas merezcan basto, e incluso más reconocimiento). Son fluidos ligados al dolor, al esfuerzo, a cierto tipo de incontinencia de una emoción o de la carne. Cuando aparecen resienten, delatan, vulneran y desnudan.
Hay veces en que las lágrimas se estancan, en que deciden no salir, esconderse al curtirse una persona de la vida diaria, incapaz de sobrecogerse, de incorporarse, de calentarse con algo. Las lágrimas son propias de gente apasionada, estallar es de quienes están volcados… o susceptibles, o entregados. En cambio los enajenados están duros, gobernados y en control.
Valorar una cosa o la otra es cuestión de alternativas.
sabroso video
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